lunes, 30 de mayo de 2016

CAPITULO 14: PARTE XI: LA PRUEBA DE LA VERDAD

1. Lo esencial es que reconozcas QUE NO SABES NADA. El conocimiento es poder y el poder es de Dios. Has interpuesto tantos obstáculos entre El y tu conciencia de el que no puedes utilizarlo. No sabes lo que es ni donde se encuentra. El poder no es una apariencia de fuerza, la verdad esta mas allá de toda apariencia.lo único que se interpone entre ti y el poder de Dios es tu falso aprendizaje.

2. Procura estar dispuesto a que todo sea deshecho y a sentirte feliz de que no seas prisionero de ello eternamente. Te has enseñado a ti mismo a aprisionar al Hijo de Dios y esto solo un loco puede soñarlo.

3. La Expiación te enseña como escapar de todo lo que te has enseñado en el pasado al mostraré quien eres Ahora. El aprendizaje es algo del pasado y su influencia termina en el presente al darle el significado que tiene para ti. Te aprendizaje (pasado) no le aporta nada a tu presente xq tú pasado es lo que tu te has enseñado a ti mismo, por lo tanto renuncia a el completamente. No trates de mirar ningún acontecimiento ni a ningún hermano bajo la luz del pasado pues no lo verías a el realmente. La obscuridad empañaría lo que vieses.

4. Tu que aún no has llevado ante la luz tu obscuridad para que sea disuelta no puedes juzgar la verdad ni el valor de este curso. Aprende lo que es su felicidad y por lo tanto la tuya. Para alcanzar esto debes estar dispuesto a entregarle todo lo que has aprendido a la verdad con manos dispuestas a recibir y no a agarrar.

5. Existe una sola prueba con la que puedes reconocer si lo que has aprendido es verdad. Si no sientes miedo a nada y todos los que te rodean o piensen en ti están en perfecta paz, entonces estarás seguro de que has aprendido la lección de Dios. La ausencia de paz perfecta significa  que no quieres para el Hijo de Dios lo que el dispuso para el.

6. Despreocupate de como vas a aprender una lección que se opone a todo lo que has aprendido. Sólo tienes que reconocer que ya no quieres lo que has aprendido. Pide nuevas enseñanzas. Cuando tu paz se vea amenazada o perturbada, afirma lo siguiente:
No conozco el significado de nada, incluido esto.
No se , por lo tanto, como responder a ello.
No me valdre de lo aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora.

Cuando de este modo te niegues a tratar de enseñarte a ti mismo lo que no sabes, tu guía te hablará. Ocupará el lugar que le corresponde en tu conciencia en el momento en que lo desocupes y se lo ofrezcas a el.

7. Es imposible que Dios pueda perder su identidad porque tu perderías la tuya. El milagro reconoce la inmutabilidad de Dios al ver a su Hijo como inocente. El milagro produce efectos que sólo la inocencia puede producir y esa es la prueba de que la inocencia es real.

8. Lo único que limita la dirección del Espíritu Santo es que crees que puedes controlar tu vida y que tu puedes resolver ciertos aspectos de ella. De esta manera, no confías en el Espíritu Santo y valerte de esto como una excusa para ocultarle ciertas lecciones que has aprendido. Eres incapaz de creer y depender de que los milagros resuelven tus problemas.

9. No tienes ningún problema que el Espíritu Santo no pueda resolver ofreciéndote un milagro. Los milagros son para ti. Todo miedo, dolor o dificultad que tengas ya ha sido deshecha. El los lleva ante la Luz, al haberlos aceptado por ti y haber reconocido que no existieron. El no ve el tiempo como tú lo ves. Cada milagro que te ofrece corrige el uso que haces del tiempo y lo pone a su servicio.

10. Aquel que te ha liberado del pasado quiere que sepas que estás libre de el pasado. Lo que el quiere es que sus logros los aceptes como tuyos. Te ha liberado De lo que fabricaste. Quiere que se grabe con tal fuerza  en tu mente su enseñanza que no vuelvas a instalar en ella culpabilidad donde el ha puesto su presencia. El enseña el milagro de la unidad y así la division desaparece.

11. El Hijo de Dios es indivisible. De la misma forma que aprendemos que somos uno en Dios, aprendemos como uno solo en el .( Es decir, lo que tu aprendes lo aprenden los demás contigo, somos una sola mente).

12. Los que nunca olvidan que no saben nada de nada, están listos para aprender y lo aprenderan. En cambio los que sigan atesorando lo que han aprendido, habrán renunciado a aprender pensando que ya saben. (El maestro Jesús decía que hay que vaciar los odres viejos para llenarlos con vino nuevo). No creas que sabes hasta qué no pases la prueba de la paz perfecta. La paz y el entendimiento van juntos.

13. Aquellos que reconocen que no saben nada, pueden realmente aprender. Para lograrlo tienen que desear la paz y nada más. Siempre que crees que sabes,  la paz se aleja de ti porque has abandonado al maestro de la paz . Cuando reconoces que no sabes la paz vuelve a ti, xq has invitado a volver al Espíritu Santo y has abandonado al ego.

14. Si quieres paz tienes que abandonar al maestro del ataque. El maestro de la paz nunca te abandona. Tu te puedes apartar de el, pero el de ti jamás .hazle sitio a la paz y está vendrá. El entendimiento se encuentra en ti y la paz viene de el.

15. El poder de Dios es tan tuyo como suyo. Si ves las obras que el hará a través de ti,  te convencerás que las haces a través de él. Hazle sitio y te encontrarás tan lleno de poder que nada puede prevalecer contra tu paz. Y esta será la demostración de que has entendido.

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