domingo, 29 de mayo de 2016

CAPITULO 14: PARTE VIII: EL SANTO LUGAR DE ENCUENTRO

1. Has escondido en las tinieblas la gloria que Dios te dio, así como el poder con que el foro a Su inocente Hijo. todo esto lo ocultas envuelto en culpabilidad y en la negación de la inocencia. Permite que todo esto que oculta a tu gloria, el espíritu Santo pueda juzgarlo yquede disuelto. El le prometió a Dios que serías liberado de la pequeñez y llevado a la gloria a través de él.

2. No hay ningún altar a Dios que no incluya a su Hijo. Y lo que se lleve ante este altar tiene que ser tan válido para el Padre como para el Hijo. Si no puedes ofrecerle culpabilidad a Dios, tampoco se la puedes ofrecer a su Hijo xq son unidad. Lo que le regalas a Dios se lo das también al Hijo y al revés. El Espíritu no refulge en la division, sino en el lugar de encuentro con Dios y el Hijo y el espíritu Santo es el medio de comunicación entre Dios y su Hijo.

3. No dejes que tu mente vague por corredores sombríos, lejos del centro de la luz. Puedes elegir está opción, pero sólo puedes volver a Dios a través de tu guía ( el Espíritu Santo).  Volverás allí donde Dios y su Hijo han estado siempre unidos.

4. No existe substituto para la verdad. Donde Dios está, allí estas tu. Esa es la verdad. En el Santo lugar de encuentro el Padre y Sus creaciones están unidos, y junto a ellos las creaciones de sus Hijos. Todos unidos por un eslabón de la unidad donde surge la creación.

5. Ese eslabón de unión jamás puede ser destruido. El cielo es la unidad de la creación consigo misma y con su Creador. Y este Cielo es la voluntad de Dios para ti. A quien Dios se da a si mismo, Dios se ha dado.

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