Resumen de la parte I: EL JUICIO DEL ESPIRITU SANTO.
Se te ha dicho que no hagas real el error. Comprende que no reaccionas a nada , sino a la interpretación de lo que percibes y tu percepción se convierte en tu justificación de tus reacciones y por eso analizar los motivos de otros es peligroso. Interpretar el error es darle poder, y una vez haces esto pasas por alto la verdad.
Analizar los motivos del ego es muy complicado y confuso, es un intento de demostrar que comprendes lo que percibes. Es así xq reaccionas defendiendo tu interpretaciones como si fueran verdad.
Sólo hay una forma sensata de interpretar motivos: con el juicio del espíritu Santo. Todo pensamiento amoroso es verdadero , lo demás es una petición de ayuda y curación, da igual la forma que tenga.
No hay nada que te impida reconocer las peticiones de ayuda como lo que son, excepto tu necesidad de ataque. Si no estás dispuesto a percibir una petición de ayuda como lo que es,es xq no estás dispuesto a ayudar ni a recibir ayuda. Sólo respondiendo a la petición de ayuda de un hermano puedes tú ser ayudado.
La única reacción apropiada hacia un hermano es apreciarlo. Debes estarle agradecido x sus pensamientos amorosos como por sus peticiones de ayuda, las dos cosas traen amor a tu conciencia.
No intentes ayudar a tu hermano a tu manera, pues no puedes ayudarte a ti mismo. Escucha su petición de ayuda y verás tú necesidad de ayuda. LAS INTERPRETACIINES QUE HACES DE LAS NECESIDADES DE TUS HERMANOS SON LAS QUE HACES DE LAS TUYAS PROPIAS. Cada suplica a la que respondes en nombre de Cristo te acerca más a tu recuerdo del padre.
Al aplicar cada vez más la interpretación del espíritu Santo a las reacciones de otros te darás cuenta que es aplicable a las tuyas. Reconocer el miedo es necesario para demostrar la necesidad de escapar. El miedo hay que reconocerlo para confrontarlo cara a cara como un paso para desvanecer el ego. El miedo también es una petición de ayuda. En esto radica el valor de percibir el ataque como una petición de amor.si haces esto verás que el miedo no es real.
El miedo es un síntoma de tu profunda sensación de pérdida. Al percibirlo en otros, aprendes a subsanar la sensación de pérdida se elimina la causa del miedo.así te enseñas que no hay miedo en ti. Sólo puedes experi!mentar dos emociones: amor o miedo.
La interpretación que el Espíritu Santo hace del miedo lo desvanece. Así el Espíritu Santo reemplaza al miedo por el amor y transforma el error en verdad. Y de esta manera aprenderás de el como cambiar tu sueño de separación por la Unidad.
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