jueves, 19 de mayo de 2016

CAPITULO 13: TU LIBERACION DE LA CULPABILIDAD

1. Estamos acostumbrados a creer que la mente puede ver el origen del dolor donde no está. La función de esto es ocultar el verdadero origen del dolor . Lo que hacemos es buscar todas las fuentes posibles, sin ver cuál es el origen de la verdadera fuente.

2. Las ideas dementes no guardan ninguna relación real. Ninguna relación real puede basarse en la culpabilidad ni nada que manche tu pureza. Te olvidaste de que las relaciones son santas. Son para el uso exclusivo del espíritu Santo. Si descargas tu culpabilidad en ellas, el espíritu Santo no puede usarlas.

3. Cuando descargues o compartas o percibes culpabilidad en un hermano, te estarás sintiendo culpable. No estarás en paz ni te sentirás satisfecho con el porque no te relacionas con el realmente. Verás tú propia culpabilidad en esa relación . Quienes sienten culpabilidad, no buscan la causa de su sufrímiento dentro de sí mismos. No saben que aman y no entienden que es amar. Su mayor preocupación es buscar la culpabilidad fuera.

4. Cuando mantienes que eres culpable y que es por tu pasado, no  estás mirando a tu interior. En ti no está tu pasado y lo que piensas de el no tiene sentido en tu presente. Dejas que las ideas que piensas del pasado se interpongan entre tu y tus hermanos, por eso no los ves realmente ni te relacionas con ellos.

5.  Decide dejar de ser como has sido. No te agarres a las relaciones para aferrarte al pasado. Vuelve a nacer cada día con cada relación que establezcas. Un instante es suficiente para liberarte del pasado, entrega tu mente a la expiación en paz. Cuando puedas dar la bienvenida a todos como Dios lo hace, dejarás de verte culpable. Habrás aceptado la expiación.

6. Mientras creas que está justificado ver culpable al otro, no buscaras dentro de ti. Y la culpabilidad no tendrá fin. La culpabilidad siempre es demente y no tiene razón de ser. Si la culpabilidad fuera real la expiación no existiría. El propósito de la expiación es desvanecer y perdonar las ilusiones.

7. El Espíritu Santo no conserva ilusiones en tu mente para atemorizarse. Simplemente lo desaparece. No hagas real la culpabilidad ni la justifiques. El Espíritu Santo enseña a sanar y quiere que veas y enseñes tal y como el lo hace y que lo hagas a través de él.

8. Ahora se te concede poder sanar y enseñar, crees estar perdido en la culpabilidad, sólo en un mundo tenebroso donde el dolor te acosa por todas partes desde el mundo exterior. Cuando hayas mirado en tu interior y veas la luz interna, recordarás cuanto te ama Dios. cuando te des cuenta que la culpabilidad es locura injustificada, no temeras mirar la expiación y aceptarla.

9. La perfecta pureza en la que fuiste creado se encuentra en tu interior en paz radiante.  Mira a través de la nube de culpabilidad que nubla tu visión y verás esa luz.

10: libera a otros de la culpabilidad tal y como te gustaría ser liberado. Es la única forma de mirar en tu interior y ver la luz brillar. Tu no puedes ser como has creído ser. Tu culpabilidad no tiene razón de ser xq no está en la mente de Dios, donde estás tú. Esta es la sensatez que quiere responderle el espíritu Santo.

11. No puedes relacionarte con tus hermanos a menos que los ames a todos por igual. El amor no hace excepciones. Sólo puedes amar como Dios ama. Nadie que condene a un hermano puede declararse inocente o estar en paz.

12. Ninguna de las ilusiones que tienes sobre tu hermano a manchado su pureza, en tu amor por el radica tu inocencia. So!o con qué te contemples a ti mismo, la alegría y aprecio que sentirás x lo que veas borrará la culpabilidad para siempre.

13. Jesús nos dice que deposita su fe y creencia en lo que estima igual que lo hacemos nosotros. Ama todo lo que Dios creó y le ofrece toda su fe y todo el poder de su creencia. Confía en nosotros ilimitadamente y desapegado al temor de que no le escuchemos.

14. Cada reaccion que experimente estará tan limpia que será digna de ser ofrecida como alabanza al padre. Ve lo que el ha creado con alabanza pues Dios siempre te alaba  eternamente.

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