lunes, 20 de junio de 2016

CAPITULO 17: PARTE II: EL MUNDO PERDONADO

1. Imagínate que hermosos te parecerán todos aquellos a quienes hayas perdonado. Nada que recuerdes que te haya llenado de alegría te dio ni una parte de felicidad que pueda darte esta visión. Gracias a ella verás realmente al Hijo de Dios. Verás la belleza que ve el espíritu Santo , sus enseñanzas conducen a esta visión y a dar las gracias con el.

2. Esta belleza no es fantasía. Es el mundo real, puro, nuevo, resplandeciente.el puente entre este mundo y el otro es corto y fácil de cruzar. Que nunca hubieras imaginado que fuese el punto de encuentro entre estos dos mundos.

3. Este paso es el mayor logro que jamás se haya dado en el plan de Dios para la Expiación. El mundo real, es algo que se aprende a alcanzar. Todas las fantasías se desvanecen y nadie continua siendo prisionero de ellas. Gracias a tu perdón ahora puedes ver. Lo que ves es lo que inventaste, sólo que ahora lo ves con los ojos del perdón.

4. La percepción no tendrá razón de ser cuando haya sido perfeccionada, pues nada que haya sido utilizado para el aprendizaje tendrá función alguna. La percepción del mundo real será tan fugaz que apenas tendrás tiempo de dar gracias a Dios por el. Pues una vez hayas alcanzado el mundo real y estés listo para recibir a Dios, el dará el último paso.

5. El mundo real se alcanza simplemente mediante el completo perdón del viejo mundo, aquel que contemplas sin perdonar. El Gran transformador de la percepción emprenderá contigo un examen minucioso de la mente que dio lugar a ese mundo, y te revelará las aparentes razones x las que lo construiste. Ni siquiera lo que el Hijo de Dios invento en su demencia podría tener ocultar la chispa divina  que la dulzura pudier liberar.

6. Esta belleza brotará para bendecir todo cuanto veas, en cuanto mires al mundo desde el perdón. El perdón transforma la visión y permite ver el mundo real. Eliminando todas las ilusiones que habían tergiversado tu percepción y que la mantenían anclada en el pasado.

7. Desde el mundo perdonado el Hijo de Dios es elevado hacia su hogar. Una vez en el, sabrá que siempre estuvo descansando en el. La salvación es el  final de los sueños y dejara de tener sentido cuando el sueño finalice.

8. La salvación te dará el mundo real. Las ansias que el espíritu Santo tiene para dártelo son tan intensas que no quiere esperar, sin embargo espera pacientemente. Une su paciencia a tu impaciencia para que tu encuentro con el no se retrase más.

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