1. La Expiación tiene lugar en el tiempo, pero no es para el tiempo. Lo que encierra el recuerdo de Dios no puede estar limitado en el tiempo. El instante que se le ofrece al Espíritu Santo se le ofrece a Dios en tu nombre, y en ese instante despiertas en El. Ahí abandonas lo que aprendiste en el pasado y el Espíritu Santo te ofrece la lección de la paz en su totalidad.
2. No permitas que el tiempo sea motivo de preocupación para ti. Ni tenga miedo del instante de Santidad que ha de eliminar todo vestigio de miedo.el instante de paz es eterno porque está libre de miedo.
3. Ya estás donde siempre has estado y donde has de estar eternamente. Lo que tienes , lo tienes para siempre. Tu que has pasado días, horas e incluso años encadenando a tus hermanos a tu ego con el fin de darle realidad, no percibes la fuente de la fortaleza. En este instante Santo liberas a tus hermanos de las cadenas que los aprisionan y te negarás a apoyar su debilidad y la tuya.
4. No te das cuenta de que has utilizado a tus hermanos para apoyar a tu ego. En su percepción dan testimonio del ego. Sin embargo son testigos mucho más poderosos del Espíritu Santo, eres tú el que determina el que ellos den fe del Espíritu Santo o del ego. Reconocerás a quien has elegido x sus reacciones. Si tienes dudas es porque todavía no has otorgado liberación. Estarás seguro de tu entrega porque su testigo hablará tan claro a favor de el que oirás y entenderás y ya no dudará jamás.
5. Aún no has tenido la experiencia del instante Santo. Pero la tendrás y la reconocerás con absoluta certeza. Ningún regalo de Dios se reconoce de otra manera.
6. Recibirás instrucciones muy precisas a medida que sigas adelante. Aprender a aislar este segundo y a experimentarlo como algo eterno, es empezar a experimentarte a ti mismo como que no estás separado. El maestro de Dios y su lección respaldarán tu fortaleza. Utilizarlo aunque sea x un instante y nunca más lo negarás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario