domingo, 24 de julio de 2016

CAPITULO 20: PARTE VIII: LA VISION DE LA IMPECABILIDAD

1. Al principio la visión te llegará en forma de indicio, eso bastará para demostrarte lo que se te concede a ti que ves a tu hermano libre de pecado.la verdad se te restituye sólo con desearla. la visión no sería necesaria si no se hubiese creado la acción de juzgar. Desea ahora que sea eliminada y se hará.

2. Tu relación Santa te ofrece conocer tu identidad, cambiar tus dudas por tener certeza y liberarte de la tristeza. Alegraré de poder disponer de lo que es tuyo con solo pedirlo. No pienses que eres tú quien tiene que crear los medios o el fin. Todo ello se te dará a ti que quieres ver a tu hermano libre de pecado. La visión se le otorga a todo aquel que quiera ver.

3. La impecabilidad de tu hermano se te muestra en una luz brillante, para que la veas con la visión del espíritu Santo. La paz vendrá a todos aquellos que la pidan de corazón y sean sinceros en cuanto al propósito que comparten con el espíritu Santo. Estate dispuesto a ver a tu hermano libre de pecado para que la faz de Cristo  aparezca ante ti y te llene de felicidad.

4. El Espíritu Santo garantiza que lo que Dios dispuso para ti y te concedió será tuyo. Ya dispones de la visión que te permite no ver el cuerpo.

5. El cuerpo es un signo de debilidad, vulnerabilidad y pérdida de poder. No hay problema , acontecimiento, situación o perplejidad que la visión no pueda resolver. Todo queda redimido cuando se ve a través de la visión.

6. Todo lo que se contempla a través de la visión cae suavemente en su sitio. Bajo su bondadosa visión , lo destructivo se vuelve benigno y el pecado en bendición.los ojos del cuerpo se ajustan al pecado, son incapaces de pasarlo por alto en todas sus formas, en todas partes y en todas las cosas.

7. Los juicios no son sino juguetes, caprichos, instrumento tos insensatos para jugar al juego fútil de la muerte en tu imaginación. La visión enmienda todas las cosas y las pone bajo el dominio de las leyes del Cielo.

8. Las alucinaciones desaparecen cuando se reconocen como lo que son. Esa es la cura y el remedio. No creas en ellas y desaparecen. Sólo necesitas reconocer que son tu fabricación. Las alucinaciones tienen un propósito y cuando dejan de tenerlo desaparecen. Este mundo parece tener muchos propósitos y todos son el mismo.

9. Sólo dos propósitos son posibles: el pecado y la Santidad y el que elija determinara lo que veas. Lo que ves demuestra como has elegido alcanzar tu objetivo. Las alucinaciones sirven para alcanzar el objetivo de la locura. Son el medio a través del cual el mundo externo, proyectado desde dentro, se ajusta al pecado y parece dar fe de su realidad.

10. Lo que no tiene significado no se puede percibir. El significado busca dentro de sí buscando significado y luego mira hacia afuera. El significado que le das al mundo externo refleja lo que viste dentro de ti. La visión es el medio por el que el espíritu Santo transforma tus pesadillas en sueños felices y reemplaza tus dementes alucinaciones por reconfortantes paisajes.

11. Piensa sólo por un instante: piedes contemplar la Santidad que Dios le dio a su Hijo y nunca volverás a pensar que hay algo más que ver.

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