jueves, 7 de julio de 2016

CAPITULO 19: PARTE II: EL PECADONEN CONTRAPOSICION AL ERROR

1. Es esencial que no se confunda el error con el pecado, pues el error puede ser corregido. El pecado de ser posible sería irreversible. La creencia en el pecado está basada en la firme convicción de que son las mentes y no los cuerpos los que atacan. Y así la mente es culpable, a menos que una mente distinta a ella la absuelva. El pecado exige castigo y igual que el error exige corrección. La creencia de que el castigo es corrección es una locura.

2. El pecado no es un error. Pecar supondría violar la realidad y lograrlo. El pecado es la proclamación del que el ataque es real y la culpabilidad está justificada. El pecado es la gran ilusión que subyace a toda la grandiosidad del ego. Pues debido a el Dios mismo cambia y se le priva de Su Plenitud.

3.  Puedes estar equivocado, engañarte a ti mismo y utilizar el poder de la mente contra ti mismo. Pero no puedes pecar.

4. Uno de los principales dogmas de la religión del ego es que el pecado no es un error sino la  verdad y que la inocencia pretende engañarnos.

5. El ego siempre considerarse injustificable cualquier intento de reinterpreta el pecado como un error. Es el concepto más sagrado del sistema del ego. Es su armadura, su protección y el objetivo fundamental de la relación especial tal como el ego la interpreta.

6. El ego edifico su mundo sobre el pecado. Esta es la ilusión que hace que las nubes de la culpabilidad parezcan densas e impenetrables. El pecado ha hecho que la creacion, de ser una idea de Dios, pase a ser un ideal del ego. Un mundo que el ego gobierna compuesto  de cuerpos inconscientes, capaces de caer presas de la corrupción y decadencia más absolutas. Si esto es un error la verdad puede deshacerlo. Es imposible tener fe en el pecado. El pecado es falta de fe. Puedes tener fe en que el error puede ser corregido.

7. El ego defiende la idea de que el pecado es real y de que es la expresión natural de lo que el hijo de Dios ha hecho de si mismo y de lo que es.

8. Quizá te sientas tentado de coincidir con el ego en que es mucho mejor ser pecador que estar equivocado. Piensa detenidamente antes de tomar esta decisión. No la tomes a la ligera, es la elección entre el Cielo y el infierno.

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