domingo, 24 de julio de 2016

CAPITULO 20: PARTE VI: EL TEMPLO DEL ESPIRITU SANTO

1. El significado del Hijo de Dios reside exclusivamente en la relación que tiene con su Creador. El Hijo de Dios ha inventado una relación no Santa entre el y su Padre.Su verdadera relación es de perfecta Unión y continuidad.

2. La relación entre la relación Santa y la no Santa son la muestra de este contraste. La primera se basa en el amor, el cuerpo no influye en ella. Toda relación en la que influye el cuerpo, está basada en la idolatría no en el amor. El amor desea ser compartido, comprendido y conocido. No guarda secretos ni mantiene nada oculto.

3. Los ídolos no comparten. Se les puede amar, pero ellos no aman. El amor que se les tiene ha hecho que el amor no tenga significado. Viven en secreto,en la penumbra del cuerpo donde pueden ocultarse y ocultar sus secretos.no le sonríen a nadie y no ven a los que les sonríen.

4. El amor no tiene templos sombríos donde mantener misterios en la obscuridad. No va en busca de poder sino de relaciones. El cuerpo es el arma que utiliza el ego para ganar poder mediante las relaciones que tiene. Desea estas relaciones como ofrendas con las que sus ídolos crecen. El ego trata de buscar adeptos, tantos como pueda para que sirvan como altares de sus ídolos y convertirlos en templos dedicados a el.

5. El templo del Espíritu Santo no es un cuerpo sino una relación. El cuerpo es un recinto obscuro donde la relación no santa busca migajas para sobrevivir. Ahí quiere arrastrar a sus hermanos pra que estén atrapados en la idolatría. Ahí se siente a salvo. El Espíritu Santo no edifica sus templos donde el amor no pueda estar.

6. No puedes hacer del cuerpo el templo del Espíritu Santo y el cuerpo no puede ser la sede del amor. El cuerpo es la casa del idolatra y de lo que condena al amor. Pero de lo que no te das cuenta es de aquello que te temes en tu hermano y te niegas a ver en el, es lo que hace que Dios te parezca temible y que no lo conozcas.

7. Los idolatras siempre tienen miedo del amor. Ellos huyen ante su cercanía sintiendo como se tambalean sus cimientos y tu con ellos. De lo que tienes miedo es del mensajero de la libertad. Tu templo no está en peligro. Ya no eres un idolatra. El propósito del Espíritu Santo está en tu relación no en tu cuerpo.

8. Las relaciones no admiten grados. Una relación no Santa no es una relación. Es un estado de aislamiento. Eso es todo.en el instante en que pareció que era posible que tu relación con Dios fuera profana, ahí nació el tiempo y los cuerpos para darle realidad a esta ilusión.

9. Los ídolos desaparecerán y no dejarán rastro alguno. Deja a un lado el cuerpo y llevándote al encuentro de lo que realmente deseas y trasciendelo serenamente. Y desde su templo Santo no vuelvas la cabeza atrás a las ilusiones.

10. La relación Santa refleja la verdadera relación entre el Hijo de Dios y su Padre. Dentro de ella está el espíritu Santo. Aquí el instante no Santo se intercambia por uno Santo y recíproco. Esta despejado el camino a las relaciones santas, por el que caminas junto a tu hermano dejando atrs el cuerpo para encontrarse con Dios.

11. El cuerpo es el ídolo del ego. La creencia en el pecado hecha carne y luego proyectada afuera. Parece ser una muralla de carne alrededor de la mente que la mantiene prisionera en un diminuto espacio y tiempo hasta que llegue la muerte. Y este instante no Santo es lo que parece ser la vida: un instante de desesperación.

12. Tu que estás aprendiendo esto puede que aún tengas miedo, pero no estás paralizado. Este no es un periodo de tristeza, tal vez de confusion. Tienes una verdadera relación y tiene significado. La idolatría pertenece al pasado y no tiene significado.

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