sábado, 9 de julio de 2016

CAPITULO 19: PARTE III: LA IRREALIDAD DEL PECADO

1. La atracción de la culpabilidad corresponde al pecado no al error. El error puede ser corregido pero el pecado requiere castigo y mientras nos atraiga la idea de culpa, la mente sufrirá y seguirá en la idea de pecado. El pecado es una idea de perversidad que no puede ser corregida.

2. . El ego lleva el pecado ante el miedo exigiendo castigo. El castigo es una forma de proteger la culpabilidad,porque le da realidad al pecado. Lo que clama castigo tiene que ser verdad, lo que es verdad es eterno y se seguirá repitiendo. Porque deseas lo que es real y no lo abandonas.

3. Un error no es algo atractivo. Sin embargo el pecado se comete una y otra vez , con resultados angustiosos sin dejar de ser atractivo. Si de pronto cambias su condición de pecado a error , lo corriges y ya no lo sigues cometiendo y te desprende de el sin más, a no ser que te sientas culpable y entonces es lo que habrás hecho es cambiar un pecado por otro.

4. El Espíritu Santo no puede castigar el pecado, xq no lo conoce. Sólo reconoce los errores y los corrige, porque esa es su función. El error pide corrección y es una petición de amor. Lo que pide castigo no está pidiendo realmente nada.

5. En el tiempo el Espíritu Santo ve que podemos cometer errores. Cuando la corrección se completa, el tiempo pasa a ser eternidad. El Espíritu Santo puede enseñarte a ver el tiempo de manera diferente y ver más allá de el. Puedes creer en el error porque puede ser corregido. El pecado es la creencia en que tu percepción no puede cambiar y que tu mente tiene que aceptar que tu percepción es verdad.

6. Cuando te sientas tentado de pensar que el pecado es real, recuerda esto: si el pecado es real, ni tu ni Dios son reales. Si el pecado es real Dios está en conflicto consigo mismo. Tiene que estar dividido, y en lucha entre el bien y el mal. Tienes que haber creado aquello que quiere destruirlo y que tiene el poder de hacerlo.

7. Mientras creas que tu realidad o la de tu hermano está limitado a un cuerpo, seguirás creyendo en el pecado. La creencia de que los cuerpos limitan a la mente conduce a la percepción de un mundo de separación. Así Dios y su creación parecen estar separados.

8. Si el pecado es real, no hay esperanza de curación. En ese caso habría un poder por encima del de Dios, capaz de fabricar otra voluntad que puede atacar y derrotar su voluntad. Tu relación Santa tiene ahora como propósito la meta de demostrar que eso es imposible.

9. Si lo contemplas con la sonrisa del Cielo en tus labios y la bendición del Cielo entu mirada, no seguirás viendo el pecado por más tiempo. Serás curado del pecado y de todas sus atrocidades en el instante en que dejes de darle poder sobre tu hermano. Lo ayudarás a superar sus errores al liberarlo de la creencia del pecado.

10. En el instante santo verás brillar la sonrisa del Cielo sobre ti y tu hermano. Derramarás luz sobre el, reconociendo la gracia que se te ha dado. En ese instante santo sana tu percepción. Olvidaré de lo que has visto y eleva tus ojos con fe hacia lo que puedes ver.

11. Contempla lo que el espíritu Santo quiere que veas en tu hermano (su Santidad) y no permitas que el pecado te vuelva a cegar. El quiere que veas a tu hermano como te ves a ti mismo. Vuestra relación es ahora un templo de curación, un lugar de descanso y gracias a vuestra relación están más cerca de ese descanso.

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